A veces, sin entenderlo, la vida nos muestra su cara más cruda, haciéndonos pasar por momentos que debemos aprender a superar para hacernos más fuertes.
Hoy hemos tenido que despedir a un compañero del que nadie puede guardar un mal recuerdo. Y, aunque yo no tuve la oportunidad de llegar a conocerte en persona, fueron muchos los que me hablaron y muy bien de ti, así que donde quiera que estés ahora, te deseo que estés bien, Joselito.
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